La borraja, con sus flores estrelladas y su apariencia rústica, es la flor que ha crecido en los márgenes de la historia. Desde las antiguas civilizaciones mediterráneas hasta los campos de la Europa central, esta planta ha sido utilizada tanto en la cocina como en la medicina tradicional, demostrando que, a veces, el que es humilde y sencillo es lo más valioso.